FRENTE LA CONDENA A CRISTINA KICHNER
Debemos aprender a lucharcontra las ilusiones que siembra la burguesía.
En una sociedad dividida en clases sociales antagónicas, la justicia y la libertad no existen para la clase dominada. Toda la libertad que existe para ella es, a lo sumo, la libertad de cambiar de patrón. Tampoco existe la justica. Lo que existe es el poder judicial que no es lo mismo que la justicia. Es una pata del poder. De eso nuestra clase sabe y mucho. Los ejemplos sobran.
También es una ilusión que dentro de la democracia burguesa el Parlamento es el representante del Pueblo, o que el poder ejecutivo gobierna para todos. La Republica burguesa con su supuesta “división” de poderes no es más que la maquinaria estatal a través de la cual la burguesía ejerce su dominación. La Republica existe mientras la clase trabajadora y los sectores populares con sus luchas no pongan en peligro a la misma. En ese momento no tienen ningún problema en violar sus propias leyes: las que ellos mismos aprobaron. Por eso, como decía Lenin, dirigiéndose a los trabajadores “Salvo el poder todo lo demás es ilusión”. Ilusión que alimenta la izquierda trotskista hablando de defender las libertades políticas y el estado de derecho, como si el derecho no fuera el derecho de la burguesía.
Esto no excluye las disputas y diferencias entre las distintas fracciones de la burguesía. Ellos están en guerra permanente. En primer lugar contra la clase trabajadora y luego entre ellos mismos por los negocios y la administración del Estado. Es el espectáculo al que hoy estamos asistiendo con la detención de Cristina. Es una lucha entre defensores del capitalismo que transcurre en el marco de una fenomenal crisis del mismo. Cristina se pronunció en reiteradas oportunidades como una defensora del mismo. Milei, Macri y otros no pierden oportunidad de hacerlo. En España Milei proclamo frente a un acto de los fascistas “Muerte al socialismo” y no deja de reprimir a los jubilados, de hambrear a los trabajadores, científicos y médicos. El PJ por su parte siembra el anticomunismo entre su militancia, aprueba la ley antiterrorista, propone como candidatos a presidente a tipos como Scioli, A. Fernández y Massa e impulsa la conciliación de clases entre explotados y explotadores. Todos ellos viven de rodillas pagando la deuda al FMI, persiguen al Pueblo Mapuche y reprimen a quienes luchamos por construir una nueva sociedad socialista. Esto no es teoría, es la realidad. Entonces la pregunta es ¿Tiene sentido apoyar a una u otra fracción de la burguesía en sus disputas? ¿Es correcto que miles de compañeros y compañeras que honestamente creen en Cristina y la mafia del PJ gasten sus energías y pongan en manos de los mismos la lucha por la libertad de nuestra clase? ¿Acaso esto no es girar dentro de los marcos y límites que impone la misma burguesía y el capitalismo?
Mientras la burguesía en sus disputas por el poder se disparan con munición gruesa, nosotros, los trabajadores, tendríamos que aprender como se lucha por el poder construyendo el partido revolucionario, retomando las banderas y los métodos de quienes nos precedieron en las luchas, unificando a las mismas, profundizando la solidaridad, aprovechando a nuestro favor sus disputas y afirmando nuestra independencia política y organizativa frente a la burguesía hasta barrerla del poder.
PARTIDO GUEVARISTA DE LA ARGENTINA


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